Una reparación histórica: la AUTÉNTICA Octava Maravilla
Con el estreno encima de la nueva versión de King Kong, de Peter Jackson, no está de más revisar una injusticia sostenida a través de los años, y que a fuerza de ser repetida se ha convertido en tópico: King Kong, la Octava Maravilla.
Repasemos, por si hace falta, el listado de las otras siete: la gran pirámide, los jardines de Babilonia, el templo de Artemisa, la estatua de Zeus, el mausoleo de Halicarnaso, el coloso de Rodas y el faro de Alejandría.
Todas ellas, se observará, son o han sido cumbres de la creación o del ingenio del hombre.
¿Qué pinta entonces un mono en esta lista, por más que sea un mono enorme? ¿Por qué es el dicho mono la Octava Maravilla y no lo son el tiranosaurio, el pterodactilo o la serpiente gigante de la misma isla de Kong, si son bichos igualmente impresionantes? ¿A cuento de qué, en definitiva, un animal en esta lista de ingenios humanos? El simio es innegablemente grande, pero ahí se acaba su mérito, en el que no ha intervenido para nada la mano del hombre.
Ya es hora de decir, alto y claro, que la verdadera, la incontestable Octava Maravilla es, sin duda alguna, MECHANI-KONG.
Mechani-Kong, el gorila cibernético, que hizo su aparición en el hoy semiolvidado film King Kong escapes! (Ishiro Honda, 1967), es un complejísimo mecanismo de 65 pies de altura y 15.000 toneladas de imponente metal cromado, activado a base de una ingeniosa combinación de cables, poleas, engranajes, bujías, temporizadores, manómetros, circuitos, baterías, propulsores y toveras, que rematan en una lucesita intermitente alojada en la pequeña cabeza de gorila mecánico, producto del genio del malévolo Doctor Who (no, no ÉSE doctor Who...) y de su secuaz, la intrigante Madame Piranha.
Mechani-Kong es una auténtica maravilla, a la que le ha tocado la mala suerte de vivir a la sombra del célebre King Kong, un bonobo tan estúpido como para enamorarse de una rubia. Tan estúpido como para no considerar siquiera la diferencia de tamaños. Y no hablemos ya de la diferencia de edad.
Mechani-Kong es más inteligente, más vistoso y más moderno. Y ningún Peter Jackson nos convencerá de lo contrario, por más oscars que se lleve en el intento.
Repasemos, por si hace falta, el listado de las otras siete: la gran pirámide, los jardines de Babilonia, el templo de Artemisa, la estatua de Zeus, el mausoleo de Halicarnaso, el coloso de Rodas y el faro de Alejandría.
Todas ellas, se observará, son o han sido cumbres de la creación o del ingenio del hombre.
¿Qué pinta entonces un mono en esta lista, por más que sea un mono enorme? ¿Por qué es el dicho mono la Octava Maravilla y no lo son el tiranosaurio, el pterodactilo o la serpiente gigante de la misma isla de Kong, si son bichos igualmente impresionantes? ¿A cuento de qué, en definitiva, un animal en esta lista de ingenios humanos? El simio es innegablemente grande, pero ahí se acaba su mérito, en el que no ha intervenido para nada la mano del hombre.
Ya es hora de decir, alto y claro, que la verdadera, la incontestable Octava Maravilla es, sin duda alguna, MECHANI-KONG.
Mechani-Kong, el gorila cibernético, que hizo su aparición en el hoy semiolvidado film King Kong escapes! (Ishiro Honda, 1967), es un complejísimo mecanismo de 65 pies de altura y 15.000 toneladas de imponente metal cromado, activado a base de una ingeniosa combinación de cables, poleas, engranajes, bujías, temporizadores, manómetros, circuitos, baterías, propulsores y toveras, que rematan en una lucesita intermitente alojada en la pequeña cabeza de gorila mecánico, producto del genio del malévolo Doctor Who (no, no ÉSE doctor Who...) y de su secuaz, la intrigante Madame Piranha.
Mechani-Kong es una auténtica maravilla, a la que le ha tocado la mala suerte de vivir a la sombra del célebre King Kong, un bonobo tan estúpido como para enamorarse de una rubia. Tan estúpido como para no considerar siquiera la diferencia de tamaños. Y no hablemos ya de la diferencia de edad.
Mechani-Kong es más inteligente, más vistoso y más moderno. Y ningún Peter Jackson nos convencerá de lo contrario, por más oscars que se lleve en el intento.
14 comentarios
Daniel -
Un saludo a mejxico lindo y querido, y a mi novia que es de mexjico
wilbur mercer -
Andy -
El Vaugan -
wilbur mercer -
Stella -
Dolores -
Brancaleone -
Infatigable -
wilbur mercer -
absence -
J.Álvarez -
wilbur mercer -
nadie -