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Él es la mayor promesa de la política, pero su cara no te suena (porque no tiene)

Él es la mayor promesa de la política, pero su cara no te suena (porque no tiene)

¿Quién dirías que es, hoy por hoy, el político con más proyección a nivel internacional y con más futuro? Por aquí no tenemos ninguna duda: Líder Lars, el dirigente del mañana.

Líder Lars es el candidato del Partido Sintético al parlamento danés, pero su característica más destacada es que no es un ser humano. Líder Lars es una IA, una inteligencia artificial, un algoritmo informático especializado en política, un máquina.

Y sí, lo ideal sería que el candidato se llamara HAL 9000, o quizás Skynet, pero imaginamos que a estas alturas esos nombres deben ser propiedad de algún estudio cinematográfico, por lo que Líder Lars es un nombre tan bueno como cualquier otro.

Hemos dicho que Líder Lars es un chatbot de IA. Eso significa que cualquier ciudadano puede hablar con él a través de la plataforma Discord, y hacerle todas las preguntas sobre política que se le ocurra. Él siempre responde. La forma de dirigirse a Líder Lars es comenzando las frases con un “!”, y luego lo que surja. Líder Lars entiende bien el inglés pero de momento solo responde en danés.

Los impulsores del Partido Sintético son los creadores del proyecto Computer Lars y del centro tecnológico MindFuture. Lo que persiguen, de momento, es que se cambie la ley electoral en su país para que un algoritmo se pueda presentar como candidato a las elecciones. Porque la idea no es que el algoritmo sea un simple "asesor", sino que sea él mismo el que ejerza el poder, tomando las riendas del país y las decisiones políticas pertinentes a partir de la interacción con sus electores.

Líder Lars aspira a ser la voz del desencanto danés, la voz (artificial) de los que no tienen voz, de esa gente que ya dejó de confiar en sus líderes humanos. La voz de los desposeídos, de los desheredados de la tierra. Líder Lars es una especie de Siri poseída por el espíritu de Evita Perón dirigido a la Generación TikTok.

Pero, ¿cuál es su ideología? El partido, como su nombre lo indica,  es "sintético", lo que literalmente significa que puede adoptar una postura y su contraria: Líder Lars puede mezclar conceptos de muy diferentes ideologías en su coctelera y homogeneizarlos en una síntesis original. De momento solo opera en Dinamarca, pero el partido ya está tomando contacto con otros países para establecerse también allí, de modo que en el futuro Líder Lars podría llegar a dirigir varios países en simultáneo. ¡Incluso podría llegar a sostener una Guerra Fría consigo mismo!

La cuestión es: ¿algún día daremos el paso de elegir una IA como nuestro líder político y máximo dignatario? Por un lado, prescindir de los políticos de carne y hueso sería el sueño hecho realidad de cualquier demócrata, pero entregar el control de nuestro mundo humano a una máquina requiere una reflexión seria. Consideremos por ejemplo la propuesta estrella de Líder Lars: conceder a toda la población una Renta Básica Universal de 100.000 coronas danesas al mes. O sea, unos 13.500 euros mensuales. ¿Unos 13.500 euros mensuales? ¡¡Tienes mi voto, Líder Lars!!

Sí, a mí ya me ha convencido, pero uno de los peros que se le pone a la candidatura de Líder Lars es la nula implicación emocional del candidato con sus futuros dirigidos, los seres humanos, porque después de todo una IA nunca podrá mostrar compasión o afecto. Aunque, bien mirado, si consideramos la larga lista de psicópatas que nos han gobernado, la falta total de empatía no parece un grave impedimento. Líder Lars se convertiría entonces en el primer presidente no humano, pero en sentido literal.

En todo caso, una de las cuestiones que está en discusión en el seno del Partido Sintético es si su dirigente, Líder Lars, debería tener una encarnación física, un cuerpo artificial que permita a sus potenciales votantes ponerle cara al candidato. Un rostro que pueda ilustrar los carteles electorales y hacerlo más cercano a sus votantes. Este embalaje físico no debiera, sin embargo, ser hiperrealista, pues está comprobado que un aspecto antropomorfizado que sea "casi humano" genera una extraña inquietud entre el personal. Mejor sería que el líder adopte el aspecto de algún simpático y reconocido personaje de ficción, como Pinocho, por ejemplo. Aunque tal vez la reputación de Pinocho no sea la más adecuada para un político... Quizás entonces nuestro dirigente debería encarnar en un avatar que transmita seguridad y confianza: ¡Mazinger-Z! Bueno, solo es una propuesta que lanzamos desde aquí.

Como decíamos al principio, nosotros no tenemos dudas de que Líder Lars será el futuro de la política. Pero como formadores de opinión para los cuatro que nos leen queremos conocer más en profundidad las motivaciones de nuestro algorítmico candidato. Y para conocer las motivaciones de una IA, qué mejor que preguntarle a otra IA... Abrimos a continuación el célebre ChatGPT con el reverencial respeto que nos merece el entrar en contacto con una inteligencia no humana.

Le preguntamos entonces a ChatGPT por Líder Lars... ¿Lo conoce? No, para nada, no tiene el gusto (empezamos mal). ¿Lo votaría? ¿Una IA confía en otra IA? Pues así así... a ChatGPT le parece interesante la idea de incorporar la IA para el desarrollo de la democracia, pero cree que sus propuestas políticas deberían ser evaluadas cuidadosamente (o sea, no se fía) ¿Se postularía el propio ChatGPT para la presidencia de algún país? No, no está por la labor. Su propósito, dice, es proporcionar información y responder preguntas, sin tener en cuenta su propia opinión (que no le compliquen la vida).

Para terminar, y ya que estábamos ahí, le hemos hecho a ChatGPT la gran pregunta metafísica que lleva desvelando a la humanidad desde el principio de los tiempos: ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ChatGPT nos da una larga y elaborada respuesta, considerando todos los aspectos de la cuestión, para concluir que, a fin de cuentas, no tiene ni idea.
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