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País se busca urgente para embajada extraterrestre

País se busca urgente para embajada extraterrestre

¿Acaso es mucho pedir un terreno de cuatro kilómetros cuadrados, dotados de extraterritorialidad, espacio aéreo desmilitarizado, y libre de impuestos, en donde edificar una embajada para recibir adecuadamente a nuestros Padres Creadores del Espacio Exterior? 

Parece que sí, puesto que ningún país al día de hoy ha respondido a la petición del movimiento Raeliano, que solo necesita un predio adornado con tales características, físicas y jurídicas, para hacer realidad un edificio cuya construcción sería costeada enteramente por los miembros de la organización. ¡Ah! las miserias de la geopolítica...

Porque el caso es que si no hay embajada, para el 2035 a más tardar, nuestros padres, los Elohim, no vendrán. Y la Tierra sufrirá las consecuencias.

Pero, ¿por qué quieren venir los Elohim? Y, lo más importante: ¿quiénes son los Elohim?

Los Elohim forman parte de una avanzadísima civilización extraterrestre, tecnológicamente superdesarrollada, que 25.000 años atrás y como parte de un sofisticado experimento en sus laboratorios, allá en su mundo, diseñaron a la humanidad a su imagen y semejanza, a través de la síntesis y manipulación del ADN. Luego trasladaron sus creaciones a este planeta. Pero no solo a los hombres: también fueron los artífices de todas las plantas y animales de la Tierra, incluyendo al pangolín. Un alarde creativo que se describe en la Biblia, en el libro del Génesis. Un libro que, por un lamentable error de traducción (resulta que "Elohim" no significa "Dios", sino "los que vienen del cielo") acabó originando por equivocación una insólita religión: el cristianismo.

Los Elohim, entonces, no son dioses, precisamente. Pero tampoco unos extraterrestres verdes, cabezones y malvados. Son gente como usted o como yo, solo que más inteligentes, más altos, más guapos y, en general, mejores personas que usted o yo.

Así las cosas, al parecer, una vez instalados en este planeta, nuestros Padres Galácticos no tardaron en sentir una mezcla de asco y pena por sus criaturas, al comprobar el estado de brutalidad, primitivismo e ignorancia en el que nos revolcábamos, como cerdos en el chiquero. Consecuentemente, un buen día los Elohim se fueron a por tabaco para nunca regresar. Hasta ahora, pues desde entonces no han dejado de monitorizar nuestros progresos, esperando pacientemente nuestra redención como especie, nuestra evolución.

Al parecer, las bombas atómicas que se arrojaron en 1945 convencieron a los Elohim de que ya estábamos lo suficientemente evolucionados. Habíamos llegado por fin a la edad adulta. Es en ese punto cuando decidieron, pues, empezar a organizar una visita para revelarnos su paternidad y nuestro verdadero origen. Visita que no debía demorarse en exceso, porque es evidente que corremos el riesgo de autodestruirnos de un momento a otro.

Y aquí entra en escena Rael, antes conocido como Claude Vorilhon, un periodista deportivo y cantante en sus ratos libres. El 13 de diciembre de 1973, durante un paseo nocturno, Vorilhon fue contactado por Yahvé, un ser que venía en representación de esa bíblica civilización extraterrestre: los Elohim, creadores de la vida humana. Vorilhon se transformó así en Rael, el profeta en la Tierra número cuarenta de los Elohim (los treinta y nueve anteriores, Jesús, Mahoma, Buda, Joseph Smith, etc, fracasaron a la hora de explicar este espinoso tema a los hombres). Rael fundó un grupo, el Movimiento Raeliano, para difundir la buena nueva de la inminente visita protocolaria de nuestros padres. Pero esto se producirá solo a condición de que exista en la Tierra una embajada Elohim, una legación diplomática oficial que sea territorio neutral, en donde puedan instalarse tranquilamente y gozando de la debida inmunidad (se ve que desde lo de las bombas atómicas no se fían de sus hijos).

La embajada sigue los planos sugeridos por los Elohim, que dibujaron lo que querían para su edificio en los célebres "crop circles", unos misteriosos diseños circulares de tierra quemada que aparecieron de la noche a la mañana en los campos de cultivo de medio mundo en las últimas décadas. Así, pues, será un edificio totalmente blanco y puro de formas concéntricas. Las dimensiones de la construcción serán de 132 por 49 metros, acorde con las medidas del tercer templo de Jerusalén, según la profecía de Ezequiel, en el Antiguo Testamento. El edificio, de diseño futurista, contará con diversas estancias repartidas en dos niveles (sala de conferencias, área de descontaminación, zonas de descanso, restaurante...) y, lo más importante, una piscina en el exterior.

Tendrá también, por descontado, un ovnipuerto, ubicado en la terraza del círculo principal del edificio, preparado para el aterrizaje de un platillo volante de unos 12 metros de diámetro.

En principio los Elohim querían su embajada en Jerusalén, y que estuviera terminada para el año 2025. Por lo que los Raelianos elevaron la solicitud correspondiente al gobierno de Israel, pero este increíblemente desoyó la petición. Si no era posible en la Ciudad Santa, la opción B era buscar un emplazamiento en sus cercanías. Pero lo cierto es que parece difícil imaginar una embajada extraterrestre en plena franja de Gaza, por ejemplo, así que los Raelianos empezaron a buscar en otras partes. En cualquier parte, de hecho. Solicitudes similares fueron enviadas a los gobiernos de distintos países de América y Europa, como Francia, Italia, España, Portugal, Colombia, México o Argentina, entre otros. El movimiento Raeliano espera culminar las obras en 2030, puesto que la fecha límite de la venida de los Elohim es el 2035.

Pero al día de hoy, lamentablemente, no hay respuesta. ¿No es increíble?

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