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lacajanegra

El hombre que volaba de espaldas

El hombre que volaba de espaldas

El hombre que volaba de espaldas

 

Ha llegado a mis manos un libro que no puedo dejar de comentar aquí. No es exactamente una novedad, pues se publicó en junio de 2007. Se trata de I shall destroy all the civilized planets! (¡destruiré todos los planetas civilizados!), una excelente recopilación de los mejores trabajos del olvidado y genial Fletcher Hanks.
El libro reúne las aventuras de las dos máximas creaciones en el mundo del comic de este autor singular: el superheroico Stardust the Super Wizard y la inenarrable Fantomah, Mystery Woman of the Jungle.

Ambos personajes nacieron de la mente dipsómana de Fletcher Hanks a finales de los años treinta, y consiguieron publicarse en revistas de tercera línea durante tres años. Luego, su autor se volatilizó.
Hanks era un hombre difícil. Abandonó a su familia después de una vida de maltratos. Se marchó con el dinero que su hijo pequeño logró reunir con la venta de la cerveza de destilación casera que el dibujante le obligaba a elaborar. Putero, alcohólico y pendenciero, murió de hambre y frío en la calle siendo casi centenario.

Para la posteridad nos legó uno de los primeros superhéroes del mundo del comic, (apareció el mismo año que Superman), para muchos el superhéroe peor dibujado de la historia. Stardust the Super Wizard vive en una estrella, desde donde vigila con su pantalla detectora de criminales, que le indica el lugar exacto en donde se está cometiendo un delito. Está dotado de todos los poderes que uno se pueda imaginar y más. Rayos para esto y rayos para lo otro, no hay situación para la que nuestro héroe no tuviera un rayo específico, ya sea magnético, eléctrico, antigravitatorio, de atracción, de suspensión, retardador, “espectral”, transformador, desintegrador o, simplemente “secreto”.

Pero a mi manera de ver la principal característica de Stardust the Super Wizard es su particular estilo de vuelo. Stardust vuela de cabeza, como cayendo, o mejor, como si fuera a estamparse contra algo, porque no mira al frente. Vuela así, como disparado, como abandonado a su suerte, con los brazos pegados al cuerpo, y de espaldas al lector. Da la impresión de que vuela dormido, pero no, porque a veces habla mientras vuela. Sobre todo impresiona esto: nunca otro superhéroe en toda la historia del comic se ha atrevido a volar de espaldas al lector. ¿Se ha visto alguna vez un superhéroe tan cool? Así es él.
Sus breves aventuras no tienen mayores complicaciones: hay malos que intentan destruír al mundo, y Stardust the Super Wizard, con alguno de sus rayos, los acaba reduciendo. Eso sí, no se limita a detenerlos: los castiga con soluciones cuyo sadismo es sólo superado por su surreal inverosimilitud. Más que hacer justicia, Stardust lleva a cabo violentísimas represalias.

El volumen se completa con algunas aventuras de Fantomah, Mystery Woman of the Jungle, una especie de Tarzán femenina que también vuela y lanza rayos, y que tiene una peculiaridad: cuando entra en acción cambia su angelical rostro por una calavera. No sabemos porqué. Probablemente Fletcher Hanks tampoco lo sabía.

I shall destroy all the civilized planets! está editado por Fantagraphics