Blogia
lacajanegra

Quien ríe el último... El fin del Mundo a todo color

Quien ríe el último... El fin del Mundo a todo color

Este año 2012 el fin del mundo es trending topic. No hay fiesta o reunión social en que no se hable del tema. La tendencia viene dada por el famoso calendario maya, pero lo cierto es que en nuestras propias tradiciones la cuestión surge cada cierto tiempo, generando no solo tema de conversación en los ascensores sino también una interesantísima obra artística apocalíptica como la de las sugerentes pinturas del reverendo McKendree Robbins Long.

Pero hagamos antes un apocalíptico repaso sobre el Fin del Mundo y su esquiva hoja de ruta: Ya en 1806 existían profecías y señales tan claras como la de la célebre gallina de Leeds, que aterrorizó a todo el condado cuando empezó a poner huevos que traían en la cáscara la inscripción “Cristo viene”, en alusión directa a la segunda venida del hijo de Dios a la tierra para juzgar a la humanidad y acabar con el mundo tal y como lo conocemos. La profecía, evidentemente, no se cumplió, dando origen al dilema de ver quién se equivocó primero, si el huevo o la gallina.

Quizás el más famoso profeta del Fin de los Tiempos fue William Miller, quien aseguró ante sus miles de seguidores que el mundo se acabaría el 22 de octubre de 1844. Cuando al día siguiente Miller se despertó y comprobó que sus conciudadanos no habían sido achicharrados en un mar de lava candente, lejos de alegrarse, se llevó un disgusto monumental: "Nuestras más profundas esperanzas y expectativas fueron destrozadas... lloramos y lloramos hasta el atardecer", dicen que dijo. De hecho, ese día es conocido por los evangélicos como el día de la Gran Decepción, así como suena. La clave de este extraño comportamiento está en una cláusula, en la letra pequeña de las escrituras, en donde Dios asegura que “abducirá” a los suyos justo antes del comienzo del exterminio. En una palabra, que el Fin del Mundo no será igual para todos, y quien ríe el último...

Miller murió amargado por no haber podido asistir en persona al magnicidio, pero sus seguidores acabaron fundando nuevas iglesias basadas en la esperanza en la aniquilación del resto del mundo, como los Adventistas del Séptimo Día o los Testigos de Jehová. Estos últimos quizás ostenten el record de predicciones fallidas del Fin del Mundo: al menos diez (1876, 1881, 1910, 1914, 1918, 1925, 1975, 1984 y 1994). A este ritmo acabarán acertando, aunque más no sea por pura probabilidad estadística.

Como decíamos, estas iglesias hacen sus cuentas, sacan sus cálculos y esperan con mal disimulada impaciencia a que a usted y a mí se nos abra la tierra bajo nuestros pies y caigamos en un abismo de azufre, cal viva y fuego eterno. La promesa del “arrebatamiento”, que así se llama al procedimiento por el cual Dios pondrá a los suyos a salvo, les garantiza no solo la integridad sino también un palco preferente en alguna confortable nube con excelentes vistas al Fin de los Tiempos, que sufrirá el 99% de la humanidad restante. 

Una vez a salvo los verdaderos creyentes, el bondadoso Jesús procederá al achicharramiento en masa: El cielo se teñirá de rojo y la tierra se empapará con nuestra sangre, mientras sonará la última trompeta, acompañada de los horribles estertores de agonía de los que seremos fumigados por la flamígera cólera divina. Un espectáculo irrepetible en un marco incomparable, sin duda.

Y, previsiblemente, tan atractivo show también es tema de inspiración para los artistas. La gama va desde el modesto profeta callejero que pinta una pancarta con lemas como EL FINAL SE ACERCA!, una forma apocalíptica de street art, hasta los pintores que ilustran de forma vívida el exterminio final. De entre estos, sin duda la más interesante es la obra del reverendo McKendree Robbins Long, pintor apocalíptico, visionario y genial. McKendree Long comenzó su andadura como retratista de estilo académico. Luego de estudiar bellas artes en su Carolina del Norte natal, viaja a Europa, entonces centro artístico y cultural en ebullición. Pero su estilo convencional y recatado no llegó a conectar con los artistas que, como Picasso, hacían por entonces cosas raras con los pinceles. Regresó por tanto a los Estados Unidos en 1913 y abandonó la pintura para hacerse predicador. Durante las siguientes décadas se dedicó a dar sermones por toda América. No fue hasta su retiro como pastor que se decidió a retomar la pintura, pero esta vez con un espectacular y sorprendente cambio de registro: el reverendo comenzó a pintar visiones del apocalipsis, inspiradas a su manera en el Libro de las Revelaciones (o Apocalipsis de Juan) con un colorido y llamativo estilo cercano a la estética de comic de superhéroes: en sus cuadros, vemos a un Jesucristo tremendamente musculado encabezando comandos de ángeles exterminadores armados hasta las cejas, y acompañados de leones que escupen fuego sobre la población civil desarmada. Cuando no es el Hijo es el propio Dios, un Dios que primero dispara y después pregunta, quien encabeza el ataque, rociando con fuego purificador a una humanidad que se retuerce entre estertores de dolorosa agonía. McKendree gusta a veces de representar entre la muchedumbre a algunas figuras históricas, como Marx, Freud, Darwin, Fidel Castro o Marlene Dietrich, ardiendo entre las llamas. Pero todas estas panorámicas gore están siempre representadas con alegres y luminosos colores de inconfundible aire psicodélico. Después de todo, desde su punto de vista, el achicharramiento y el Fin del Mundo serán un acontecimiento feliz.

Hay que considerar que el reverendo no pintó sus cuadros pensando en las ventas. De hecho, ni siquiera intentó nunca exponerlos en público. Los hacía porque eran sus visiones, su manera de retratar de antemano lo que iba a suceder en un futuro muy próximo. A su muerte sus hjios heredaron un cobertizo lleno de lienzos apocalípticos que, poco a poco, empezaron a despertar el interés de los museos locales. Hoy McKendree Robbins Long es una de las firmas reconocidas del arte americano. Y lo será cada vez más, al menos, hasta el próximo Fin del Mundo.    

1 comentario

natalia -

Estimado bloguero,

Buenas tardes. Soy Natalia, Responsable de Comunicación de Paperblog. Quisiera disculparme por dejarte un comentario en el blog, pero no he encontrado otra manera de contactarte. Tras haberlo descubierto, me pongo en contacto contigo para invitarte a conocer el proyecto Paperblog, http://es.paperblog.com, un nuevo servicio de periodismo ciudadano. Paperblog es una plataforma digital que, a modo de revista de blogs, da a conocer los mejores artículos de los blogs inscritos.

Si el concepto te interesa sólo tienes que proponer tu blog para participar. Los artículos estarían acompañados de tu nombre/seudónimo y ficha de perfil, además de varios vínculos hacia el blog original, al principio y al final de cada uno. Los más interesantes podrán ser seleccionados por el equipo para aparecer en Portada y tú podrás ser seleccionado como Autor del día.

Espero que te motive el proyecto que iniciamos con tanta ilusión en enero de 2010. Échale un ojo y no dudes en escribirme para conocer más detalles.

Recibe un cordial y afectuoso saludo,

Natalia